lunes, 26 de diciembre de 2016

Bad Poem #1

Me disculpo si esta semana no escribo al 100%. Solo me salen poemas malos como este:

Iba a mojar,
todo estaba preparado.
Ella había removido del suelo todo el polvo
de los años solos.
Ella que con sus manos creaba arcoíris
mientras las paredes (sucias)
observaban el espectáculo de caricias.

Iba a mojar y la cama lo sabía,
y el sofá,
y los sillones.
La meseta de la cocina lo veía venir
desde que ella entró,
por el lugar donde entra el amor,
con un olor a primavera viva.

Iba a mojar, pero no mojé.
Nada salió del grifo cuando di vuelta.
No había gota de agua,
era la primera vez que pasaba.
Entonces recogió sus amaneceres,
yo fui tras ella y cerré la puerta.
La casa quedó sola, vacía y sucia.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Para un gigante

La mejor herencia que un hombre puede dejar a sus hijos es una mente equilibrada y fortalecida, un carácter firme y a la par benévolo que aliente y enaltezco a cuantos con él se relacionen. - Michel De Montaigne
Papá:

Cuantas cosas podre decir acerca de mi padre. Tantos cuentos, anécdotas, ideas y sueños que podría estar escribiendo, tal vez, todo el día. Mi padre ha sido el mejor padre del mundo. Recuerdos, me vienen millones a la cabeza. El primero de ellos es de muy pequeño, es casi el primer recuerdo que tengo de mi niñez. En este recuerdo estoy en un desfile, sentado sobre los hombros de mi padre. Es un recuerdo infinitamente feliz😊.

Recuerdo a mi padre maestro, siempre adelantado a la materia. Tratando de enseñarme a dividir con decimales cuando en la escuela aún 3/5 rea igual a 0, o cuando ya en la secundaria me hablaba de funciones complicadas y yo aún no entendía como se resolvía una simple y = mx + n. Yo me enfadaba, claro está. No había forma de que yo le preguntara algo tan simple como: Por qué Velocidad es igual a distancia sobre tiempo (V = d/t)?, y el me terminara explicando que: La Integral desde t1 hasta t2 de la Velocidad en función del tiempo es igual a la posición evaluada en el t2 menos la posición evaluada en t1(imagen), así era él. Siempre me enseñó a ver un poco más allá. Siempre se esforzó en que no fuera un mediocre. Alimentó mi hambre de conocimientos. Ahora a estas alturas de la vida solo puedo lamentar todas las cosas que pude haber aprendido de él si no hubiera sido tan gruñón y vago.

También recuerdo las playas en las vacaciones, cuando íbamos él y yo y me enseñaba a nadar, o jugábamos al toro salvaje, lo cual consistía en que me subía arriba de él en la orilla y él empezaba a dar saltos como si fuera un toro salvaje. La idea del juego consistía en aguantar la mayor cantidad de tiempo arriba, sin caerme. También recuerdo cuando lo usaba como trampolín para tirarme de clavados; cuando jugábamos a la lucha libre y me entraba agua por la nariz; cuando se hundía en el agua y se hacía el ahogado y yo me asustaba; cuando íbamos nadando para lo hondo o cuando hacía de cocodrilo y me hacía burbujas en la panza.

Recuerdo a mi padre el Transportador, el que me recogía siempre, donde fuera que estuviese, cuando yo lo llamaba siempre estaba ahí para mí. Cuántos galones de gasolinas debe haber gastado en viajes y viajes. Él era el que me llevaba al médico cuando me enfermaba, el que me llevaba a la Terminal de Ómnibus cuando me iba de viaje a otra provincia, y el que me recogía cuando volvía. Él era el que se despertaba a las 3 am para recoger a mi novia también en la Terminal. Recuerdo a mi padre el genio de la lámpara, que siempre complacía mis deseos. Me hizo una espada para que yo jugara, un futbolín con clavos, una escopeta de palo. No importaba cual fuera mi antojo, él siempre hacía tiempo y esfuerzo para complacerme. Tanto fue así que hasta me hizo un hermanito, el mejor hermanito del mundo.

Recuerdo a mi padre el mejor amigo, siempre dándome consejos, obrando por mi bien. A él acudía para hablar mis problemas de hombre. Era él el que no se perdía una reunión de padres en mis años de estudiantes, lo recuerdo además en mi tesis, orgulloso de su hijo que se graduaba de Ingeniero. Lo recuerdo el día que me fui de la escuela antes de tiempo y la directora lo mandó a llamar y llevaba una furia tal, que se le quedo el casco de la moto y hasta se ganó una multa por eso. Lo recuerdo el día que suspendí el examen de Matemáticas y luego de una larga descarga me dijo que no me desanimara por eso.

 Recuerdo a mi padre el loco, el que se barreno la uña del dedo gordo del pie un día para sacarse el humor provocado por un golpe. Él que todo lo arreglaba con un martillo y una llave inglesa. Mi padre era capaz de arreglar lo mismo una plancha que un refrigerador, y con una facilidad increíble. Era tan multifacético que hasta aprendió MSSQL para poder crear consultas en la Base de Datos Access que utilizaba para gestionar su trabajo.

Mañana mi padre y mi hermanito se irán a vivir la aventura de otro país. Será la primera vez en la vida en que estaremos separados por mucho tiempo. Voy a extrañar, a extrañar el verlos todos los días, a extrañar que hable alto por teléfono, a extrañar darle golpecitos en la panza, subirme en sus espaldas, pelearle porque no me gusta la zanahoria. Pero si algo sé es que todo lo que mi padre fue sigue y seguirá siempre en mí, mucho de lo que soy se lo debo a él, a su educación, a su dedicación, a su paciencia y a su inteligencia. Soy muy orgulloso ya que no recuerdo a un padre borracho, a un padre violento, a un padre que me levantara nunca la mano, a un padre delincuente, a un padre infeliz, a un padre triste, a un padre ausente. Mi padre nunca fue ninguna de esas cosas y por eso estoy orgulloso de decir: ¡Gracias papá, por ser el mejor del mundo!

Creo que con esto resumo, de manera breve lo que significa mi padre para mí. Espero que algún día, pronto, encuentre este blog y lea este artículo que le dedico.

Te quiero papá. Gracias por todo….

martes, 20 de diciembre de 2016

De como matar un burro a palos y no morir en el intento

"La vida nos exige continuamente tomar decisiones. Siempre nos demanda nuevas respuestas. Tenemos que acostumbrarnos al cambio, a fluir, a adaptarnos".-- Javier Urra
Pues sabes, es así. A veces la vida te da a escoger dos caminos, uno fácil y sin riesgos y otro abrupto, enredado. Yo, yo no soy uno de esos que les gusta las cosas fáciles. Más bien, me atrevo a decir que, de cierta forma,  me gusta pasar trabajo. No sé, lo encuentro divertido así.
Recuerdo que no hace mucho estaba yo tranquilo en la oficina. Soy nuevo en la empresa así que mi contenido de trabajo no es muy difícil. De vez en cuando me mandaban a echarle un poco de comida a los cerditos de El Marqués, el hombre más adinerado del pueblo. Imagínate tú que El Marqués es el dueño a la misma vez del correo, la agencia de recados y el puerto de La Villa. Es por esto que El Marqués controla todas las comunicaciones entre los ciudadanos de La Villa con el resto del mundo mundial. Otros días las tareas se complicaban un poco más. Por ejemplo, recuerdo un día que me mandaron a diseñar una nueva puerta en la casa de El Marqués, puesto que este quería un acceso más fácil hacia el establo donde guardaba sus animales… porque casi todos los “poderosos” de La Villa tienen animales, aunque solo existen cuatro tipos de animales: caballos, cerdos, cabras y, bueno, los putos burros. Es precisamente de burros de lo que trata esta historia que ahora te cuento.
Como te decía, un día, no hace mucho, estaba tranquilo en la Oficina de Romperse el Lomo, cuando, aburrido, me dirijo a la pizarra de encargos a ver si había algo que pudiera hacer. Había tres encargos. El primero era de ordeñar a las cabras, algo sencillo así que lo desprecié. El segundo era de herrar un caballo, “jumm este está mejor” pensé para mis adentros, pero no me fui por la luz de adelante y seguí mirando. El tercero era nada más y nada menos que matar a un burro de El Señor Banquero. Como puedes ver, una tarea decente, sobre todo si se trata de El Señor Banquero, al fin y al cabo El Marqués es el que más dinero tiene pero El Señor Banquero es quien se lo guarda.  Así que cogí la tarea, me presente ante el señor jefe de los encargos y le comuniqué mi decisión de cumplir con la tarea. Este me sonrió, me dijo que no había problema alguno y me dio las herramientas con las que dispondría para hacer el trabajo: un destornillador de paleta, una llave pico de loro y un tubo de media, plástico.
Al ver las herramientas le dije: “Venga acá, ¿pero ese burro tiene que ser realmente flojo no? O sea ¿Quién mata a un burro con un destornillador de paleta?”. El jefe me miro, nuevamente sonriendo (es raro, no recuerdo haberlo visto nunca serio) y me dijo:
La oficina está pasando por un duro momento. El bloqueo impuesto por los piratas de Piel Oscura impide el flujo estable y rápido de barcos al puerto, por lo que conseguir las herramientas necesarias para hacer el trabajo de un rompe-lomos de manera correcta, es un proceso lento y vaya, siendo honesto, puede que nunca se lleguen a descargar de forma adecuada…”.
Pues eso…que estoy jodido.
En fin, salí con mis herramientas dispuesto a cumplir con la tarea encomendada. Al llegar al establo ahí estaba el burro, una bestia de metro ochenta, oscuro, con sus orejas erguidas comiendo pasto. Me vio entrar al corral pero ni se inmutó en mover un músculo. Me acerqué a él lentamente, agarré el destornillador, al final al menos me serviría para darle una buena puñalada por el estómago, luego se desangraría y moriría y ya, trabajo completado. Me paré junto a él y le hinqué el destornillador, pero aquello, que va, no sirvió pa’ ná. El burro lanzó un rebuznado inmenso, empezó a lanzar patadas por doquier. Una de sus patas me enganchó por la barriga, me lanzó a tres metros de distancia y me dejó completamente sin aliento. Cuando me recuperé estaba tan adolorido que decidí dejarlo y me fui para la casa.
Al siguiente día volví a enfrentar al animal, esta vez estaba igualmente comiendo pasto, y nuevamente ni se inmutó cuando me vió entrar al corral. Ahora era el turno de la llave pico de loro. No se me ocurrió más que pararme frente a él y propinarle un buen picodelorazo por la cabeza. Resultado: Al bicho le dolió, eso sí, se quedó noqueado unos segundos, pero cuando se recuperó, a correr se ha dicho. El burro se las dió de toro y me empezó a embestir. Por suerte el corral no es muy grande y me dió tiempo a salir y cerrar la puerta antes de que me alcanzara, pero igual me mordió, por la rendija de la puerta, la única camisa decente que tengo y le arrancó una manga (No sé quién me manda a mi a ir a matar un burro en camisa). Entonces se me ocurrió utilizar el tubo plástico como una cerbatana. Cogí par de clavos, los metí en el tubo y los sople con todas mis fuerzas. Los clavos dieron en el blanco, pero en vano, ni siquiera pinchaban al burro. Era inútil, con esa mierda de herramientas no se podía matar ni a una cucaracha que le faltasen las dos paticas de atrás.
Al día siguiente no fui a trabajar. Me quedé en casa todo el día, pensando como matar el burro y leyendo los periódicos. Hay que leer la prensa para conocer, a veces de ahí mismo uno puede sacar las ideas. Claro que en La Villa, la prensa llega tan lento, pero tan lento, que cuando al fin llega el periódico, es del mes pasado. Leyendo las noticias descubrí que hay Caracolas que hablan. Incluso son capaces de organizar su trabajo haciendo listas de tareas… ¡In-cre-í-ble!
Al cuarto día me levanté con más ánimo. Fui para el baño y ahí, haciendo un poco de evacuación de proteínas, se me ocurrió una idea genial. Una vez cuando estaba estudiando en la Universidad de los Condenados Indios (la única en el reino donde se estudia para ser un Indio Rompe Lomos) me regalaron un bate de madera. El bate estaba justo en el lugar que lo dejé, metido abajo en la alacena, al lado de los cuchillos de picar carne. Pensé en coger los cuchillos, pero hace tanto que no se usan que estaban oxidados y mellados. Salí pues, con mi bate en mano, enfilé hacia el corral y ahí estaba él, como siempre, comiendo pasto. Escondí el bate a mi espalda y me acerqué lentamente, el bruto me seguía con la mirada mientras me acercaba, imagino que se preguntaba que llevaba ahí detrás oculto. Cuando estuve a la distancia suficiente agarre con todas mis fuerzas el bate y le propiné un buen batazo por la cabeza. Nuevamente el animal se quedó aturdido por unos segundos, pero esta vez sí no dudé ni un segundo. Le continúe dando batazos una y otra vez… y así, entre ciclos y condicionales, fue como pude parsear un XML.
 ¿Qué te parece?
Por eso mi recomendación es la siguiente: Si vives en un pueblo bloqueado por el pirata Piel Oscura, o su hermano Pelo de Comadreja, y las herramientas (y los periódicos) tardan mucho tiempo en llegar, vuelve y léete esta historia, no es que sea muy esclarecedora pero si te deja claro una cosa: “Con condicionales, ciclos, algunas bibliotecas de Java, mucho “coco” y ganas de complicarte cualquier XML puede ser parseado”.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Hola mundo


"La mejor defensa contra la mala literatura es una experiencia plena de la buena; así como para protegerse de los bribones es mucho más eficaz intimar realmente con personas honestas que desconfiar por principio de todo el mundo." -- Clive Staples Lewis
Hola mundo!
Así ha empezado en mi vida todo lo que es nuevo y desconocido. Y es que claro, ustedes no me conocen (¿o si?). Tal vez es una manía, ya que llevo años tratando de aprender algo de programación, algo que ha sido muy complicado porque cuando creo que ya se todo lo que hay que saber aparece un friki peludo y me dice: "Canijo, pero que hace', so no sirve pa'na', ya so no se hace así. Ahora lo que se usa es xyz" y ahi empieza toda de nuevo. Busca documentación sobre xyz, estúdiatela, haz un pequeño espacio de tiempo para ir a bañarte, o a comer, o a hacer vida social.... vuelve al xyz y cuando ya soy todo un master en xyz, ya no se usa, lo que se usa es xxz.
Joder, toda la vida es así. He visto más Hola Mundo's q mujeres desnudas :v
Y es que todo se ha vuelto un ciclo. El mundo corre muy rápido para nosotros los pobres mortales. A veces me dan ganas de decirle: "Mundo, afloja mano, que no todos somos Usain Bolt, joder" pero bah, qué más da, el mundo no hace caso a un pequeño y mediocre programador, de un pequeño terruño de tierra en el medio del mar.
Por eso necesito de un hobby, algo que me mantenga despierto, activo. Por eso pensé en ti, claro...¿Quién si no?. Estaba pensando en ti ya desde ayer cuando me fui a dormir. Es que necesito alguien con quien hablar, alguien a quien contarle mis locuras, mis paranoias, mis historias aburridas como la de la vez que fui a la Feria del libro y se me perdió el dinero que llevava, por lo que cuando volví a la casa no tenía ni un libro y entre por la puerta, muerto de miedo, mire serio a mis padres y les dije: "Caballeros: papá, mamá, abuelo...¡todo salió mal!" Desde entonces no puedo ir a la Feria del Libro sin la supervision de un adulto.
Ves, no soy tan aburrido. Llégate por aquí mañana, o pasado, o mejor suscríbete para que te lleguen notificaciones al correo... así de vez en cuando poder contarte más historias, ya sean interesantes, divertidas, románticas, alegres, tristes/melancólicas, horrorosas, o sencillamente aburridas. Creo que todo merece la pena...

Ahora, si has llegado aquí, dime: ¿Qué libro te gustaría comprar en la Feria del Libro?